¡No te prives de un pequeño placer!
Ya verás qué alegría te entra cuando abras tu fiambrera y te digas a ti misma lo a gusto que vas a comer, pensando en ti por una vez, en mitad de una jornada que tal vez no ha sido nada agradable...
La fiambrera será quien más nos mime en la casa ¡especialmente cuando se siguen los consejos de Clea! La autora se ha inspirado en los bento japoneses, en los lunch-boxes ingleses y en las casse-croutes francesas. Da prioridad a las ideas sencillas, recetas sanas y llenas de vitaminas, rápidas de preparar y que no necesitan recalentarse.
Bares y sandwicherías tienen un problema por delante... porque en cuestión de ingredientes frescos y naturales ¡nadie puede servirnos mejor que nosotros mismos!
“¡La prueba de que se puede comer bio en la mesa de la oficina!” Revista Elle